miércoles, 15 de junio de 2011

Solsticio de invierno

En el solsticio de invierno, hacia el 21 de junio, el Sol alcanza su mínima altura en el hemisferio sur y señala el comienzo del invierno, Este día, en el hemisferio sur de la Tierra, nos encontramos recibiendo los rayos solares con su máxima inclinación, es decir los más lejanos y los más débiles del año, apenas dan calor a nuestro hemisferio.
Así se entiende la Eclíptica; el círculo máximo de la trayectoria anual aparente del Sol en la esfera celeste, tal y como se ve desde la Tierra. Se denomina así debido a que los eclipses tienen lugar solamente cuando la Luna se encuentra en esta trayectoria o cerca de ella. El plano de esta trayectoria, llamado plano de la eclíptica, forma con el plano del ecuador celeste (proyección del ecuador terrestre en la esfera celeste) un ángulo de 23°27’.
En astrología, la eclíptica se divide en doce arcos de 30° llamados signos del zodíaco. A estos signos, o "casas del cielo", se les da el nombre de las constelaciones por las que pasa la eclíptica. Es decir entre estas cuatro estaciones se ubican los 12 signos del zodiaco.
El Zodíaco, es un cinturón imaginario en la esfera celeste, que se extiende aproximadamente 8° a uno y otro lado de la eclíptica, trayectoria aparente del Sol sobre la bóveda celeste. La anchura del zodíaco se determinó, originalmente, incluyendo las órbitas del Sol y la Luna y las de los cinco planetas conocidos por los pueblos de la antigüedad (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno). El zodíaco se divide en 12 secciones de 30° cada una, a las que llamamos signos del zodíaco. Comienza en el equinoccio de primavera y continúa hacia el este a lo largo de la eclíptica y cada una de sus secciones recibe el nombre de la constelación que estaba situada dentro de sus límites en el siglo II a.C. Los nombres de los signos del zodíaco son: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.
Se cree que los signos del zodíaco tuvieron su origen en Mesopotamia hacia el año 2000 a.C. Los griegos adoptaron los símbolos de los pueblos babilónicos y se los transmitieron a otras civilizaciones de la antigüedad.
El Diccionario Enciclopédico de la Masonería, nos dice: Solsticios – La época en que el Sol entra en los signos de Cáncer y Capricornio, o sea en que llega a su máxima declinación septentrional y meridional.- Las Fiestas Solsticiales se celebran anualmente en forma solemnemente, dedicada la primera al Reconocimiento, y a la Esperanza la segunda. Se conocen como fiestas de San Juan.
El Solsticio de Verano, es llamado también, el solsticio de San Juan Bautista y el Solsticio de Invierno, se le conoce además, por el solsticio de San Juan El Evangelista, en conmemoración a San Juan nacido el 21 de junio y a quien se le conocía como el bautista por haber bautizado al Maestro de Maestros y el segundo, San Juan el Evangelista, quien escribió un evangelio y nació a finales de diciembre. En el solsticio de verano (H:SUR), hacia el 21 y 22 de junio, el Sol alcanza su mínima altura en el hemisferio sur y señala el comienzo del invierno. Como es obvio estas estaciones se encuentran invertidas en el hemisferio norte.
Las Antiguas Escuelas de Misterios enseñaban un sistema peculiar de moralidad, velado en alegorías e ilustrado por símbolos. La moralidad se relaciona o actúa sobre la mente, carácter o voluntad. Pero como recientemente vimos, nuestra mente está bajo la influencia no solo del medio ambiente que nos rodea, pero también de todo el Universo.
"Como arriba, así es abajo" es uno de las leyes universales más importantes. Nos enseña que como partes del Universo, no solo estamos bajo su influencia, pero también bajo sus leyes. Para actuar correctamente o para relacionarnos con nuestra mente, carácter o voluntad, necesitamos conocer las leyes que regulan el Universo.
Los antepasados se dieron cuenta de los cambios en el cielo y a través de estos aprendieron el concepto del tiempo, que los ayudó a desarrollar su agricultura, crítica para su desarrollo.
En el Templo del Rey Salomón, así como en todos los Templos de la antigüedad, la entrada del Templo estaba en el este en donde había dos pilares, uno a cada lado de la puerta principal. Un pilar marcaba la esquina Noreste y el otro la esquina Sureste. En los Templos egipcios, el sol al lado se encontraba sobre la puerta principal.
La importancia de la esquina Noreste era que se empleaba para marcar el Solsticio de verano, una de las festividades más importantes en el mundo antiguo. La fachada de los Templos antiguos estaba siempre dirigidas al Este, para recibir los rayos del Sol naciente, así si la columna del Noreste estaba bien alineada con el punto donde el Sol nacía, este sería el instrumento para determinar el Solsticio de verano. Lo mismo se aplicaba para la columna del Sureste, si estaba bien alineada, marcaría el punto donde el Sol nacía en el Solsticio de invierno.
Si trazamos una línea desde el punto donde el Sol nace en el Solsticio de invierno, cruzando la columna Sureste, y otra línea desde el punto donde el Sol nace en el Solsticio de verano, cruzando la columna Noreste, ambas líneas se juntarán en un punto situado en el centro de una estructura formada por dos cubos. Esto desde luego varía de acuerdo a la latitud en donde nos encontremos, pero es válido para lugares como Egipto, Grecia, Babilonia y otros con latitudes similares.
Si en la esquina Noreste así como en la esquina Sureste, se colocan dos columnas, como en los Templos antiguos, la sombra de las columnas serán las líneas que pasarán por el centro del edificio. si en dicha estructura, en forma de un doble cubo, el piso tiene líneas en las direcciones de las sombras de las columnas durante los solsticios, tenemos un instrumento no solo para medir los Solsticios y los Equinoccios, los días cuando el Sol nace justo enfrente del edificio, pero también la duración del año y los ciclos de la Luna.
Los Solsticios marcan los días cuando el Sol cambia de dirección, se mueve Sur o Norte, indicando el incremento o decrecimiento del largo de los días.
En nuestros Templos las líneas paralelas al rectángulo que forman las columnas representan a los trópicos; la del norte al de Cáncer y la del sur al de Capricornio. El ecuador, por donde se forman los equinoccios es el centro de la Logia, por donde más pronto se llega a oriente y por donde deben pasar solamente los QQ:. HH:. que representan el ejemplo de la igualdad, recordemos que equinoccio significa el tiempo que el Sol esta y no, presente en la tierra en igualdad de tiempo, o sea, la igualdad del día y la noche. Además en una de nuestras liturgias el V:. M:. Ordena al H:. Exp. “Haced que el graduante ejecute su último viaje..... y detenedle como el sol en el en el Solsticio de estío. En este viaje, se detiene al graduante precisamente en la columna del norte. ¡claro que las columnas representan los trópicos¡”
Una persona al ser iniciada en los Misterios, se colocaba en la esquina Noreste del Templo, marcando el Solsticio de verano, cuando en el Hemisferio Norte, los días comienzan a decrecer. Este es el momento cuando cambiamos de curso, cuando comenzamos nuestro viaje interior, cuando nuestra búsqueda cambia de lo externo a lo interno. El Iniciado comienza a desarrollar sus características subjetivas, a costa de sus características objetivas.
Más adelante el Iniciado se colocaría en la esquina Sureste, marcando el Solsticio de invierno, la noche más larga del año, cuando en el Hemisferio Norte los días comienzan a crecer. Después que el Iniciado ha alcanzado su nivel de conciencia más profundo, él debe volver al mundo objetivo, pero ahora con un entendimiento totalmente diferente, que lo llevaría a entender alguno de los secretos de la Naturaleza.
Hoy en día la dirección de los Templos se ha invertido, avanzamos del Oeste, el lugar de las sombras, al Este, el lugar de la luz. Esto por supuesto asume que en algún punto dejamos el Este para dirigirnos al Oeste y ahora estamos regresando.
En tiempos antiguos, los Templos eran básicamente instrumentos para medir el tiempo. A través de esas medidas, nuestros predecesores aprendieron a entender los ciclos, los cuales no solo los ayudaron a sobrevivir pero también a mejorarse.
Podemos decir con seguridad que el comienzo del conocimiento fue la Astrología, donde el ser humano aprendió a vivir en armonía con la Naturaleza, a procrear, a parear los animales y eventualmente a desarrollar un medio ambiente seguro donde pudo comenzar a desarrollar su conciencia.
Los Antiguos Misterios no fueron organizaciones que nos entregaban o transmitían conocimientos de ningún tipo, sino que fueron lugares donde las condiciones apropiadas eran dadas a aquellos que estaban listos para iniciar el proceso de transformación de sí mismos.
Evolución y conciencia son conceptos que se relaciona íntimamente. Mientras la evolución es un proceso de abrir las puertas a aquello que está contenido o sugerido en nosotros, conciencia es el descubrir lo que está dentro de nosotros.
La interpretación de la Carta Astral describe nuestra naturaleza adquirida. Nos da las herramientas necesarias para conocernos a nosotros mismos y saber quienes somos realmente, de tal manera de poder integrar nuestro interior con el mundo exterior. A través de esta integración, podremos iniciar el camino de desarrollo personal y alcanzar la plenitud de nuestro potencial.
"Aunque el Destino puede estar escrito en las estrellas, es la misión del alma divina elevar el alma humana por encima del circulo de las necesidades"
El solsticio de invierno, marca el momento en que el tiempo se detiene; el presente se manifiesta en un instante de eternidad, absorbiendo el pasado que ya no existe y el futuro que todavía no existe, salvo como posibilidad.
Es un tiempo de silencio, recogimiento interior y meditación. La semilla se pudre en el interior de la tierra esperando pacientemente a que llegue el tiempo apropiado para crecer y manifestarse.
Es una costumbre muy antigua entre los Masones, celebrar las fiestas de San Juan de Invierno y San Juan de estío (verano); costumbre fundada en la tradición. ¿Cuál es, pues, el objetivo de esta festividad en las dos estaciones?.
Dentro del sistema simbólico ritualistico se celebran las fiestas solsticiales desde dos puntos de vista; el primero Místico como amor a Dios y el segundo Astronómico como amor a la Naturaleza. Desde el punto de vista místico y espiritual, le dedicamos el 24 de Junio con una Tenida especial a San Juan Bautista y otra el 27 de diciembre a San Juan Evangelista; a San Juan Bautista por la firmeza y fidelidad inmutables con que soporto el martirio antes de cometer una falta o traición a su Maestro, por su reprobación del vicio, y por su continua predicación del arrepentimiento y la virtud. Esas aptitudes, doctrinas de nuestra institución, así como la fidelidad que debemos guardar a nuestros hermanos, el soportar toda penalidad por defender nuestra filosofía, buscar el combate de nuestras pasiones, el arrepentimiento de nuestros errores cometidos y el combate de nuestros vicios, hizo pensar a nuestros pasados hermanos que era San Juan Bautista un filosofo y ejecutor de nuestro raciocinio filosófico; por tal motivo fue llamado patrón de los Francmasones.
Nuestra tradición desde los más remotos tiempos, nos hizo creer que el firmamento tenía dos puertas, una al norte y otra al sur, mismas que servían al Sol de limite al curso de su aparente recorrido por la bóveda celeste, para dar lugar a los solsticios invierno y de verano, también relacionados como de Capricornio y Cáncer.
Además en las Santas Escrituras, se habla de las puertas del cielo y del infierno, refiriéndose al punto más elevado del firmamento, hasta donde llega el sol cuando se encuentra lo mas lejos de la Tierra; ese momento es en el cual nosotros celebramos la festividad del Solsticio de verano y el momento de mas cercanía, en el solsticio de Invierno.
Razonamos que la naturaleza degenera durante el invierno y renace durante el verano, que es cuando nuestro astro Rey nos da la vitalidad necesaria para ello. La fiesta del Solsticio de Veranos se llama también la del reconocimiento en agradecimiento a G:. A:. D:. U:. por devolver la vida al campo, y la del solsticio de invierno la de la Esperanza, de que todo vuelva a renacer después del invierno.